La investigadora María Sánchez-Vidal analiza, en su último INFO-IEB titulado ‘¿Las grandes superficies están vaciando el centro de las ciudades?”, el impacto de la apertura de grandes centros comerciales sobre las tiendas situadas en los núcleos urbanos.
El estudio muestra como el sector más perjudicado por la apertura de estos centros comerciales es el de los comestibles. En concreto, entre el 20% y el 30% de las tiendas situadas en el centro de las ciudades desaparecen durante los cuatro años que siguen a la apertura de una gran superficie, lo que evidencia que el centro de las ciudades perdió parte de su actividad económica.
Aun así, centrados en otro tipo de comercios, los resultados indican que la mayor parte de los locales que las tiendas de comestibles dejaron vacíos (sobre un 70%) fueron ocupados por otro tipo de pequeños negocios.
Estos resultados indican que los grandes centros comerciales son una gran amenaza para las tiendas de comestibles, provocando diversos cierres, pero parece que su apertura no tiene grandes repercusiones en la actividad de los centros de las ciudades, ya que los locales que quedan vacíos son reemplazados por nuevos pequeños comerciantes.
Además, parece que no hay grandes diferencias entre los grandes comercios que operan en el centro y los que lo hacen en las afueras, lo que significa que ambos modelos suponen una gran competencia para los locales de comestibles.
Los supermercados convencionales son los que compiten con las tiendas de comestibles y les obligan a cerrar sus negocios, mostrando evidencias de que estos grandes supermercados tradicionales, que venden los mismos productos que los comercios de comestibles, responden mejor a las preferencias de los consumidores y son más convenientes, al menos a corto plazo.
Las evidencias resultantes del estudio tienen diversas implicaciones políticas. En primer lugar, la regulación aplicada estuvo diseñada para restringir la entrada de grandes centros comerciales con el fin de proteger al pequeño comercio. Centrados en el sector alimentario, el objetivo de la medida se ha cumplido, ya que en las ciudades no reguladas ha habido más cierres que en las reguladas.
Aun así, mientras que la regulación podría haber cumplido con su propósito en este sector, también se aprecia que el centro de las ciudades no reguladas no está muriendo, sino simplemente cambiando su composición comercial.
“Por tanto, para evaluar si la normativa está funcionando en su objetivo de proteger a los pequeños comerciantes, deberíamos no solo considerar las pequeñas tiendas de comida, que se ven forzadas a cerrar, sino también al resto de comercios que ocupan su lugar, tanto en términos numéricos como de empleabilidad”, asegura el informe.
Fuente: financialfood.es