Un código identificará en las tiendas a los usuarios, no habrá pagos con dinero y las facturas irán directas al Ayuntamiento.
Xixón Sí Puede e Izquierda Unida, en su condición de fuerzas impulsoras de la denominada renta social municipal, dieron ayer sus bendiciones a la participación de la Unión de Comerciantes de Gijón en la iniciativa. «Conseguir que una inversión social sea también una inversión productiva que beneficie al comercio local y genere empleo es cuadrar el círculo. Hoy estamos más cerca de esa objetivo», aseguraba Aurelio Martín, portavoz de IU, tras una reunión a tres bandas.
«La idea es ayudar a las personas que más lo necesitan y también invertir en el comercio de proximidad», recalcó el portavoz de XSP, Mario Suárez del Fueyo. Aún queda mucho por definir pero la idea es clara: que el dinero que el Ayuntamiento concede a las familias para gastos concretos -las llamadas ayudas finalistas- se quede en las arcas del comercio minorista local. Este plan social nace con una dotación de casi ocho millones de euros en el presupuesto de la Fundación Municipal de Servicios Sociales.
Y todo sin vales, ni tarjetas, ni justificantes, ni un ir y venir de dinero contante y sonante. Ayuntamiento y comercios compartirían una base de datos y las familias beneficiarias se identificarían a través de un pin o código. Una vez concretada desde el ámbito municipal la ayuda a recibir, el beneficiario elegiría el establecimiento donde hacer el gasto y el comerciante enviaría directamente la factura al departamento municipal correspondiente. Todo garantizando la normativa sobre protección de datos y agilizando al máximo las tramitaciones. La Unión de Comerciantes, según adelantó ayer su presidente, David Argüelles, ya trabaja en el programa informático que de soporte a esta iniciativa que estaría abierta a todo el pequeño comercio local. Sean socios o no de la Unión de Comerciantes.