La preminencia de Amazon en el mercado on line deja cifras tan significativas como que un 8% de los consumidores españoles solamente compra en Amazon, que el 5% ha dejado de comprar en tiendas físicas o que el 7% ha dejado de comprar en otras tiendas on line. “Lo que muestra el informe es que Amazon ha conseguido ganarse la confianza del consumidor; arrancó en el mercado español con productos sencillos como música o libros y en el último año ha lanzado una apuesta más complicada, con frescos o entregas inmediatas”, explica Javier Vello, socio responsable de retail y consumo de PwC.
Los libros, música, películas y videojuegos siguen siendo –según el 62% de los consumidores encuestados– los productos favoritos para adquirir on line; seguidos de los artículos de electrónica y ordenadores –para el 44%–, y los de moda (ropa y calzado) –el 40%–. Por el contrario, los productos de alimentación, las joyas y relojes, y los muebles son, por ese orden, los que los españoles estamos menos dispuestos a comprar por internet.
Según desvela el informe, el porcentaje de consumidores españoles que compran on line con frecuencia semanal ha pasado del 19% al 27% en un año y el de compradores que realizan operaciones una vez al mes ha pasado del 48% al 58%. Con estos parámetros, España se sitúa entre los primeros mercados en compra online por frecuencia de consumo. El ranking está liderado por China, donde el 73% de los internautas compra, al menos, una vez por semana, seguido del Reino Unido, con un porcentaje del 45% y Alemania con un 40%.
Las compras a través de grandes plataformas como por ejemplo Amazon, eBay, Zalando o la china Ali Babá a nivel mundial desvelan un efecto perverso en las tiendas físicas, que ven cómo el consumidor se está acostumbrando a comprar sin necesidad de salir de casa. En España, el 29% de los compradores on line reconoce que ha reducido su consumo en tiendas a pie de calle. “Las tiendas físicas tienen que esforzarse y ofrecer experiencias para sacar al consumidor de casa, donde compra cómodamente sin moverse del sofá”, argumenta Vello desde PwC.
El consultor advierte de la práctica, cada vez más extendida, de mirar, tocar o probarse el producto en una tienda física para realizar la compra on line después de encontrar el mejor precio. “Las tiendas pueden acabar convirtiéndose en showrooms pagados por las marcas en lugar de generar negocio por ventas a los clientes”, afirma.
Pero además, las grandes plataformas, especialmente Amazon, se han convertido en una referencia a la hora de comparar precios o, incluso, en un buscador general de productos. Según una encuesta reciente publicada por Bloomberg, más del 50% de los consumidores estadounidenses utilizan Amazon como primera opción para buscar un producto en internet por delante de buscadores como Google o Yahoo. Según el informe de PWC Total retail 2017, en el mercado español, el 38% de los consumidores buscan el producto en Amazon como primera opción.
La reacción del comercio ante el imparable avance de las plataformas, en un principio defensiva, ha sido empezar a utilizarlas como un espacio más para sus ventas. “Puedes tratar a las plataformas como un competidor, al que no podrás vencer, o como un colaborador”, explica Javier Vello. Y argumenta: “Por ejemplo, Amazon no es una tienda, es un agregador y permite a las marcas llegar al consumidor utilizando las fortalezas que tiene, como la logística y el prestigio”.
Fuente: La Vanguardia