Los ‘millennials’ y su búsqueda de experiencias reinventan la forma de viajar.
Ser millennial es más una actitud que una edad –opina Santomà–, y en general son personas que viajan como viven. También buscan experiencias que den sentido a su vida cotidiana. “En el trabajo rechazan la idea de estar siempre en una oficina con un horario fijo, prefieren el coworking o son nómadas digitales. Y del mismo modo, no quieren las ataduras de una hipoteca y optan por el coliving”, cuenta el decano de los estudios de turismo de la URL. Por eso, ya hay hoteles –como los Moxy de la cadena Marriott– que han empezado a adaptarse a este nuevo tipo de cliente que da más importancia a las zonas dedicadas a la socialización que al tamaño de la habitación. Otro ejemplo sería la aerolínea de bajo coste Norwegian, que ofrece wifi gratis en sus vuelos.
Y más allá del postureo en las redes sociales, la tecnología también está impactando y mucho en otros aspectos. Por un lado, “hoy en día herramientas como Google Earth te enseñan cualquier lugar del mundo con toda clase de detalles, lo que hace que ir en persona sea menos apetecible”, dice Alberto Martínez. Y cuando la realidad virtual esté más desarrollada, seguramente será posible contemplar cualquiera lugar desde el salón de casa como si estuviéramos in situ.Por otro lado, internet ha traído viajeros mucho más informados. “La gente cada vez tiene más información sobre el país al que quiere ir. Nosotros nos damos cuenta por el tipo de preguntas que nos hacen y por los sitios y las cosas que nos piden poder hacer”, dice Eric Onidi de Evaneos.Pero además, la tecnología nos da más control sobre el viaje que queremos hacer, gracias a la reducción de los intermediarios y a la cocreación, un concepto que Santomà explica así: “Se trata de decidir directamente en el destino qué se quiere y qué se puede hacer, gracias a empresas que diseñan experiencias turísticas que ponen en contacto a un viajero con una persona o agencia local”. Ahora, si va a Perú, al post-turista casi le interesa más poder ir de pesca con pescadores de Cuzco, o asistir a un curso de cocina peruana, que visitar el Machu Picchu. “Hay cosas que son únicas y que sólo puedes disfrutar en momentos determinados y en lugares concretos. Por ejemplo, ver un partido de los playoffs de la NBA o ver un espectáculo en el West End de Londres. Y o vas y lo disfrutas o te lo has perdido para siempre”, dice el director ejecutivo de Hellotickets.

Es lo que hacen, por ejemplo, empresas como Trip4real, que fue adquirida por Airbnb en septiembre del 2016, para poder ofrecer a sus clientes la experiencia completa de vivir en una ciudad. Los post-turistas en muchos casos “ya no quieren alojarse en hoteles que son iguales en todas partes, y prefieren quedarse en casas particulares”, dice Onidi. Y es que empresas como Airbnb, Evaneos o Hellotickets son las compañías del post-turismo.Y es que los milennials ya no se fían de lo que dicen las empresas clásicas del sector para reservar sus viajes. “El mensaje ha sido sustituído por la conversación, y nadie reserva sin leer los comentarios de otros viajeros. La experiencia de los demás también es importante”, apunta Cueto. Por eso el éxito de webs comoTripAdvisor o Booking. Según Cueto, “los millennials tienen miedo a perderse algo y no ser el que mejor se lo pase, y eso añade presión a la hora de reservar.En este sentido, las redes sociales –a las que está generación presta tanta atención– se han convertido en constantes generadoras de momentos cero de la verdad, lo que se conoce como zmot”. El zmot ( zero moment of truth) es un concepto elaborado por Google en el 2011, para explicar cómo se toman las decisiones de compra en línea. Es ese momento en el que descubres “que alguien ha hecho un viaje fantástico, lo que se convierte en un estímulo que no esperabas, y eso se revela como el momento más importante dentro del proceso de reserva, ya que es el punto en el cual los futuros compradores realizan las búsquedas online para informarse. Es previo al momento de decisión pero, por descontado, tiene un fuerte impacto en la decisión final”, explica Florencia Cueto.Aunque quizás lo que sucede, a fin de cuentas, es que los millennials no quieren ser turistas como las generaciones precedentes, sino volver a ser viajeros.
Fuente: La Vanguardia