Original Unverpackt, así se llama este interesante concepto de establecimiento, enormemente concienciado con el medio ambiente, y en el que no se utiliza plástico ni se generan residuos no reciclables. Toda una inspiración para muchos comercios que han ido abriendo después, el último de ellos en el Reino Unido.
En este supermercado no hay envases ni bolsas porque la idea principal detrás de esta iniciativa es la de cero residuos y el consumo responsable, haciendo que los clientes compren exactamente la cantidad que necesitan y reduciendo los residuos no sólo en el establecimiento, también en los hogares.
Dos berlinesas están detrás de este proyecto, una idea que veían complicada, puesto que suponía desafiar el sistema de compra tradicional invitando a los clientes a usar envases reutilizables, pero que está teniendo una buenísima acogida e incluso, está siendo una fuente de inspiración para muchos establecimientos que han abierto después.
Quizás no es el primer proyecto que vemos cuya filosofía está dirigida a la sostenibilidad y a respetar el medio ambiente, pero en este caso la diferencia reside en el consumidor. La responsabilidad es compartida y son ellos los que deben llevar sus propias bolsas y envases para recoger su compra.
El sistema es sencillo, las frutas, verduras y legumbres se sirven a granel y el propio cliente es el encargado de llenar sus tarros y jarras para pesarlas, etiquetarlas y pagarlas. Incluso el champú y la leche son dispensados en envases rellenables. En cualquier caso, aquellos consumidores “despistados” o que descubren el establecimiento por primera vez tienen a su disposición bolsas biodegradables en el propio local.
Todo lo que venden está cuidadosamente seleccionado y en su establecimiento se pueden encontrar numerosos productos libres de pesticidas, éticos, orgánicos y sanos.
El mejor residuo es el que no se genera, y esta es la base de este supermercado y de otros establecimientos que bajo la misma premisa han ido abriendo después. Nos han llamado la atención, por un lado, Earth. Food. Love, ubicado en Devon (Reino Unido) y en el que incluso se pueden encontrar aparatos que convierten en mermelada cualquier combinación de frutos secos que el cliente desee, y por otro lado, Biocoop en París, con un dispositivo para triturar el café en diferentes grados.
Nos gustan este tipo de iniciativas porque favorecen un consumo sostenible y responsable, fomentando el uso de envases reutilizables como botes de cristal, bolsas de papel y botellas de vidrio. No será fácil pasar de la sociedad de lo desechable a la sociedad de lo perdurable, pero estos establecimientos ya han dado un primer paso y seguro que el medio ambiente lo agradecerá.
Fuente: cibilbao.com