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Incertidumbre en el comercio minorista por saber cuándo cobrar las bolsas de plástico a los clientes

Estaba previsto que se comenzara el 1 de marzo, pero el Gobierno no ha aprobado todavía el Real Decreto

Los precios orientativos para las bolsas varían de los 5 a los 15 céntimos

El próximo jueves día 1 de marzo los comercios guipuzcoanos tendrían que comenzar a cobrar por cada bolsa de plástico que entreguen con la compra, tal y como requiere la normativa europea. Pero el Real Decreto que debe regular en el Estado el mandato de Bruselas todavía no ha sido aprobado por el consejo de ministros, así que con toda probabilidad la entrada en vigor de esta medida se retrasará. Algunos ya hablan incluso de verano para su entrada en vigor.

Mientras tanto, el comercio minorista guipuzcoano se halla a la espera de una comunicación oficial para saber a ciencia cierta de qué forma proceder. Si cobrar o no por las bolsas que suministran en la compra, y cómo.

La norma estatal deriva de una directiva que la Unión Europea aprobó en 2015 con el objeto de reducir el despilfarro de las bolsas de plástico ligeras y su más que negativa aportación a un planeta cada vez más contaminado. La directiva comunitaria dejaba en manos de cada Estado miembro la adopción de cuantas medidas fueran necesarias para reducir, de forma sostenible, el consumo de bolsas, aunque se fijaban una serie de pautas de obligado cumplimiento.

El proyecto de Real Decreto que elaboró el Gobierno de Rajoy para adaptarse a esta normativa, a fecha de 27 de octubre del pasado año, contemplaba la obligación de cobrar a partir del 1 de marzo las bolsas que se entregan al consumidor, excepto si estas están elaboradas con plástico compostable. Se incluyen también en este grupo de cobro las bolsas que puedan suministrase en la venta onliney se excluyen las muy ligeras, con menos de 15 micras de espesor, que son las que se utilizan en la venta a granel, es decir, las que se cogen, por ejemplo, para la fruta u otros alimentos a peso.

El anexo del decreto también apunta el precio “orientativo” a fijar para cada bolsa. Según se recoge, las que tienen un espesor inferior a las 15 micras, consideradas muy ligeras, rondarían los cinco céntimos la unidad. Aquellas con un espesor comprendido entre 15 y 49 micras y las que superan este peso, se aproximarían a los 15 céntimos, y las de más de 50 micras, con contenido superior al 50% de plástico reciclado, 10 céntimos.

Como todavía el consejo de ministros no ha ratificado el proyecto de ley, la Federación Mercantil de Gipuzkoa sigue a la espera de la publicación final del Real Decreto para informar de todos los detalles a sus asociados.

También se mantienen expectantes la Asociación de Detallistas de Pescado y Marisco del territorio desde donde, con el documento oficial sobre la mesa, se realizarán una serie de sugerencias como, por ejemplo, el precio orientativo a aplicar en las bolsas. “Cuando sepamos qué se recoge ya remitiremos el comunicado oportuno”, informaron.

En general, entre los comercios del territorio reina cierta tranquilidad. En la pescadería Txaro, del donostiarra barrio de Egia, creen que el decreto no les afectará en exceso. En este establecimiento, con una clientela consolidada, no resulta extraño el uso del tuper para recoger el pescado. “Cuando haya que cobrar las bolsas, quien las necesite protestará al principio, pero irá acostumbrándose”, indican.

“Iremos viendo cómo adecuar los pedidos de bolsas a la demanda, si baja, pediremos menos”, señala Arantxa, quien explica que, en su caso, a la hora de establecer el precio se atendrá a lo que la asociación del gremio indique. “Quien nos reparte las bolsas también está a la espera”, añade.

En la carnicería Endika tampoco se palpa excesivo nerviosismo o preocupación por este tema, aunque la nueva regulación puede tener efectos directos, ya que, “para conseguir que nos hagan buen precio, tenemos que realizar pedidos muy grandes y hay que valorarlo”.

Desde la Federación Mercantil, a la espera de que el decreto se publique, el consejo es proceder con cautela. Y es que aventurarse con grandes pedidos de bolsas conlleva cierto riesgo antes de conocer con exactitud cuáles serán las cargas de cada tipo de saco. Además, no hay que olvidar que, como se recoge en el proyecto de Real Decreto, de cara a 2020, lo que va ser cobro previsiblemente pasará a ser prohibición y no se podrán repartir más bolsas.

Pero el pago por los sacos de compra no es un tema que afecte solo al stock de bolsas que tengan que acumular los establecimientos. Son muchos los aspectos a tomar en consideración. Por ejemplo, también hay que adaptar las facturas, porque el precio de la bolsa tiene que aparecer en la misma, ya que es esta la forma de controlar que, en efecto, el cobro se aplica. Al precio que se decida poner a cada saco le debe de acompañar su correspondiente IVA, que no se recoge. Por ello, aunque ya han informado en ocasiones a sus asociados sobre el contenido de la norma, en la Federación esperan a tener “la versión oficial última” para enviar una comunicación al detalle.

Los días corren y la demora en la publicación del Real Decreto, a pocas jornadas de que llegue el 1 de marzo, no es un preludio de que la entrada en vigor de esta obligación vaya a cumplir con el calendario previsto. Y es que si se aprobara estos días, asociaciones y colectivos se quedarían sin tiempo material para preparar a sus asociados. La medida, además, no solo afecta a las tiendas, sino también al consumidor, que si no quiere pagar por cada bolsa que solicite deberá de habituarse a llevar su propio saco o carro de la compra.

PROBLEMA GRAVELa proliferación de bolsas y su uso indiscriminado se ha convertido en un problema medioambiental de primer rango. Según los datos que baraja la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, a la que corresponde la elaboración y publicación del Real Decreto, en el Estado español en 2014 se pusieron en el mercado unas 62.560 toneladas de bolsas de plástico de menos de 50 micras de espesor, lo que corresponde a 6.730 millones de unidades. De estas, el 23% serían bolsas de menos de 15 micras -las que no se cobran- y unos 158 millones de unidades, 4.670 toneladas, serían bolsas de plástico de más de 50 micras. Según esta misma fuente, se ha pasado de las 317 bolsas por habitante y año en 2007 a las 144 de 2014, último año cuyos datos se recogen en la norma.

Pero el cambio, se señala, no es tan apreciable en el pequeño comercio, porque las grandes superficies, en un gran número de casos, ya llevan un tiempo cobrando por bolsa. Eroski, que vaticina que la puesta en marcha de la obligación podría demorarse hasta el 1 de julio, recuerdan que en 1997 sacó al mercado las bolsas reutilizables hasta en 15 ocasiones y, después de un proceso de mejora, en 2010 se inició el cobro de las de un solo uso.

Según los datos que baraja Eroski, tras comenzar con el cobro se redujo el consumo de bolsas de plástico de un solo uso en más de 293 millones en un año, un 62% de las consumidas en 2009. En la actualidad, con la aplicación de esta medida y manteniendo las bolsas reutilizables y las de rafia de 50 usos, Eroski calcula que se evitan alrededor de 1.400 millones de bolsas de un solo uso al año.

Fuente: Noticiasdegipuzkoa.com

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