Acometen una gran transformación en cinco años tras la llegada de Amazon.
El gran comercio ha acometido en los últimos cinco años una inversión de 5.200 millones de euros para hacer frente a la batalla online y acometer su digitalización. Aunque el aterrizaje de Amazon en el país en septiembre de 2011 marcó ya un punto de inflexión, forzando un cambio de estrategia, el proceso se ha ido acentuando desde entonces con la aparición de nuevos operadores en Internet, como el gigante chino Alibaba.
Según Anged, la patronal que agrupa a compañías como El Corte Inglés, Carrefour, Eroski, Alcampo, Leroy Merlin, Fnac, Media Markt o Ikea, la apuesta por la digitalización es un hecho especialmente significativo porque se produce «en un contexto de prudencia inversora, dada la evolución de la actividad de los últimos ejercicios y de las dificultades administrativas encontradas en las aperturas de grandes establecimientos». Aunque los datos de 2017 todavía no se conocen, la previsión del sector apunta a que la inversión habría superado otra vez los mil millones de euros.
Impulso
En 2016, el último ejercicio con cifras publicadas, ésta alcanzó ya un volumen de 1.020 millones de euros, lo que supuso un 4,5% más que en el año anterior. Anged tiene claro que este crecimiento, el primero desde el inicio de la crisis económica, obedece «al impulso de las inversiones en transformación digital de las empresas», que ha marcado un antes y un después en la evolución del sector.
El gran comercio destaca, no obstante, que la adaptación al entorno online va mucho más allá de la apertura de una tienda en Internet. Se trata, según la patronal, de «integrar las virtudes del mundo físico con el digital; preparar a nuestros equipos humanos para un cambio en los procesos, operaciones y gestión de las tiendas nunca visto; adoptar y asimilar nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, el Big Data o nuevos medios de pago, y adiestrar a nuestras organizaciones hacia una capacidad de innovación y cambio permanente».
De acuerdo con las cifras de Anged, en la última década el gran comercio ha invertido así 4 de cada 10 euros del total del sector en España, acometiendo no sólo una transformación digital, sino también logística. El objetivo para la patronal es crear, «una experiencia de compra omnicanal por medio de nuevas propuestas, formatos, canales y servicios adaptados a las preferencias personalizadas» de todo tipo de consumidores».
En cualquier caso, y aunque la economía española se sitúa por encima de la media europea en materia de desarrollo digital -ocupa el puesto 14 del ranking, por delante de Francia e Italia, según el índice DESI que elabora la Comisión Europea a partir de un centenar de indicadores- el peso del comercio electrónico sobre el total de las ventas de la distribución minorista es todavía pequeño.
Su cuota se sitúa actualmente en el 3,1% de la facturación, un peso similar al de Italia pero lejos aún de las principales economías europeas. Y es que, según los datos de Eurostat, la venta online representa ya el 6,6% del comercio en Francia, el 9,2% en Reino Unido y hasta el 13,5% en Reino Unido.
En España hay además sectores, como el de la alimentación, en los que la venta online es todavía muy pequeña. A pesar de la apuesta de Amazon y de la aparición de otros operadores especializados, al cierre del último ejercicio y según datos del estudio Kantar Worldpannel, la cuota del comercio electrónico en alimentación es de sólo el 1,3%.
Florencio García, responsable de comercio minorista de Kantar, explica que esto es debido a que «en España existen todavía frenos, como el fuerte peso que tienen los productos frescos o la búsqueda de una atención especializada por parte del consumidor, que prefiere mantener el contacto con el carnicero o el pescadero de forma directa». En cualquier caso, y aunque la relevancia del comercio electrónico en España es todavía modesta, el crecimiento medio anual de la facturación ha sido cercano al 28% desde 2009. Esto se traduce en que más del 44% de los españoles compró por Internet en 2016, frente al 8% que lo hacía en 2004.
Cambio normativo
Al margen de afrontar cuantiosas inversiones para su transformación digital, los operadores tradicionales reclaman también, no obstante, un cambio en la legislación para poder competir en igualdad de condiciones con los grandes operadores online, como Amazon o Alibaba, y poder dar así respuesta a la realidad del mercado.
«Por desgracia, buena parte de la legislación comercial ha quedado anclada en el siglo XX: mientras que una parte del comercio está sujeto a un corsé estricto que afecta a aspectos clave como los horarios, la fiscalidad o la libertad de establecimiento, grandes operadores online quedan al margen, convirtiendo en ventajas competitivas las limitaciones del resto», señala la patronal de las grandes empresas de distribución.
Para Anged, la coyuntura es «favorable» para emprender juntos grandes reformas en el sector, teniendo en cuenta que el comercio cerró 2017 con un crecimiento del entorno del 3%, encadenando cuatro años de recuperación de la facturación y el empleo. «Tanto empresas como consumidores están demostrando una gran capacidad de adaptación al nuevo entorno en el que vivimos», resalta. Anged está convencida de que la revolución digital está cambiando aceleradamente el comercio por lo que, además de invertir, hay que adaptar las leyes.
Fuente: El Economista