Las tiendas tradicionales son un factor de diferenciación, pero deben reinventar su modelo para sobrevivir
La recuperación del consumo en España, tras los largos y duros años de la crisis, se está haciendo sentir de forma especialmente clara en el comercio minorista. La cifra de negocio del sector creció un 2,4% en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que el empleo lo hizo en un 1%. No se trata de datos aislados, sino de una tendencia que se consolida, puesto que ambas variables han registrado tasas positivas desde 2014.
La intensa competencia de las grandes cadenas es el resultado natural de una economía abierta,pero también puede y debe ser un acicate para que el pequeño comercio reivente su oferta y su modelo en un mercado con una demanda cada vez más amplia, variada y exigente.
Fuente: Cinco Días