El área de Comercio edita una guía con la trayectoria de los negocios y crea un distintivo de calidad para que lo coloquen en las entradas de las tiendas
Forman parte de la historia de la ciudad, de su paisaje, de su desarrollo económico, de su vida… El comercio tradicional, ese que languidece a la misma velocidad a la que crecen las franquicias y los centros comerciales, vivió ayer su día grande y pasó a ser el protagonista absoluto de la ciudad. El Ayuntamiento distinguió a 37 de los negocios con más historia de la ciudad en lo que supone un espaldarazo al trabajo bien hecho y a la producción de calidad. A partir de ahora todos ellos formarán parte de una red de negocios tradicionales «para que sean distinguidos tanto por los malagueños como por los turistas».
Entre las empresas reconocidas se encuentran algunas que son historia viva de la ciudad: Antigua Casa del Guardia, Sombrerería Casa Pedro Mira, Ferretería El Llavín, Casa Mira, Confitería Aparicio… En palabras del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que fue el encargado de entregar las distinciones, empresarios «pioneros en esa Málaga que no tenía casi vida comercial». Con esta iniciativa –explican desde el Ayuntamiento– se continúa con la labor de dinamización del tejido comercial local como generador de empleo y reconociendo el papel del comercio tradicional.
Entre los distinguidos, Francisco Torres y María del Carmen Robles, los nombres que se esconden tras la afamada Patatas Paco José, valoraron el impulso que un reconocimiento de este tipo supone. «Es una alegría muy grande porque detrás de todo esto hay un comercio en el que hay que trabajar mucho y tener mucha constancia», resume ella. «Es muy importante ofrecer productos buenos», añade.
Defender lo tradicional
En la misma línea, Cayetano Garijo, director de la Antigua Casa de Guardia, se siente como un privilegiado a la hora de analizar el rumbo del comercio tradicional. «Que te reconozcan siempre es un placer porque defender lo tradicional es muy complejo», opina. En su caso han apostado por la innovación aunque sin renunciar a sus orígenes, y por eso se proponen el reto diario de contentar tanto a clientes tradicionales como nuevos visitantes turistas. «Todo esto implica mucho trabajo para no perder la esencia; que nadie diga que esto no es lo que era».
El reconocimiento entregado ayer en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento supone el colofón a los actos que el área de Comercio inició el año pasado con una exposición instalada en la calle Larios y la edición del libro de reconocimiento al comercio tradicional «poniendo énfasis en la labor al servicio del público que desarrollan». En esta línea avanzaron que el Ayuntamiento irá actualizando esta guía para reconocer a todos y cada uno de estos empresarios que siguen escribiendo con letras de oro el libro de la historia de la ciudad.
Fuente: Diario Sur