Las de marcas como Ikea, Decathlon o Leroy Merlin, que hasta ahora habían apostado por grandes establecimientos a las afueras o en centros comerciales, suponen una nueva etapa en el consumo.
“Lo que parecía un experimento se ha convertido en una tendencia”, analiza Pablo Foncillas, el anti gurú. ¿Por qué se han consolidado? “Si es pequeña y cercana, mejor. Son las variables relevantes para capturar una demanda que no está dispuesta a moverse”, apunta. En este sentido, cree que copian la estrategia de las tiendas nativas digitales cuando deciden abrir una tienda física, buscando algo cercano a su público potencial.
El desafío pasa por conseguir “un nuevo concepto de tienda, no que las nuevas sean una versión reducida de las de siempre”. Todo para adaptarse al canal que quiere el cliente. Ya están a la vuelta de la esquina.
Fuente: La Vanguardia
Las marcas, que antes optaban por las afueras o los centros comerciales, reorientan su modelo para acercarse al cliente, explica Pablo Foncillas