La startup catalana Robinbrick ha creado un software para mejorar las ventas en las tiendas físicas, al recomendar al personal cambios instantáneos a través de información recogida en sensores instalados en el local, y se está probando en empresas de moda, joyería y muebles.
La startup catalana Robinbrick ha creado un software para mejorar las ventas en las tiendas físicas, al recomendar al personal cambios instantáneos a través de información recogida en sensores instalados en el local, y se está probando en empresas de moda, joyería y muebles.
Los sensores cuentan los clientes que entran en la tienda física, siguen sus movimientos para ver qué miran o se prueban, mira imágenes de cámaras, la temperatura, además de datos de la empresa, estadísticas de su tienda online y cifras de coyuntura económica, según un comunicado de la Generalitat, que apoya a startups como ésta.
Con todo eso, la inteligencia artificial y varios algoritmos les dice en el teléfono móvil qué mejoras pueden hacer instantáneamente; por ejemplo, cambiar de sitio un producto.
Robinbrick, creada en 2018 y dirigida por Hernán Camps, recibió una ayuda de 75.000 euros a fondo perdido de la línea Startup Capital d’Acció de la Generalitat; tiene paridad entre los socios de la empresa, y los fundadores se formaron en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y la Columbia University, en Estados Unidos.
Fuente: La Vanguardia