La tienda espectáculo, los bazar-diseño y las ‘concept store’, nuevas apuestas En los momentos de dificultad para el sector comercial más tradicional se dispara la creatividad. Hoy nadie concibe abrir una tienda sólo con producto y un mostrador para cobrar. La hiperespecialización, el efecto sorpresa y la conexión con los clientes-fans son factores clave que impulsan los nuevos conceptos comerciales. Estos son algunos ejemplos. Gypsy Truck, el pop upUna boutique nómadaInspirado en el movimiento de los food truck , el Gypsy Truck arrancó el verano del 2015 en Formentera y reivindica una tienda efímera con ingredientes de espectáculo. En los siguientes veranos ha dado el salto al resto de islas de Baleares; primero Mallorca y, este año, Ibiza. Ahora, se lanza a las carreteras peninsulares y alarga la temporada.El concepto tiene también un elemento lúdico, tal y como explica su impulsora, Natalia Puiggròs: “La gente nos sigue en Instagram; este verano, en Eivissa, se generó cierta expectativa de dónde íbamos a estar al día siguiente”. En su nueva ruta alejada de las islas, la camioneta con aire hippy se instala en eventos como en el Salón Náutico de Barcelona. “Al principio compraba la ropa y la vendía, como un multimarca, pero como ha funcionado ahora ya tengo las prendas en depósito”, asegura Puiggròs, especialista en comunicación y emprendedora.El proyecto incluye marcas como Antik Batik, Odd Molly o Free People, además de diseños propios de joyas y complementos. También ha lanzado una tienda online para seguir conectada con sus clientes. La próxima parada está prevista en algún punto de La Cerdanya y, en la temporada de esquí, Baqueira. Idkids, grupo multimarcaLa pedagogía como relatoEl grupo francés Idkids, propietario de varias marcas de moda, puericultura y juguetes, trae al mercado español un concepto de tienda centrado en el mundo infantil. El establecimiento, que ronda los 800 metros cuadrados, incluye las marcas de moda Okaïdi y Obaïbi, con varias tiendas en España, además de Oxybul, su línea de juguetes pedagógicos hasta ahora sólo presente en Francia y Bélgica. También incluye áreas de librería y puericultura junto con un espacio dedicado a crear comunidad entre las familias. “En nuestra tienda de juguetes el 60% de los productos son de marca propia, elaborados por equipos para adaptarse a las necesidades de desarrollo de los niños; también tenemos una selección de marcas como Lego, Playmobil o Kaplan”, explica Sergi Brunet, responsable del grupo mercado español. En la misma tienda hay una zona de juegos y un laboratorio, donde se organizan talleres y actividades para los niños, desde manualidades a juegos y charlas para los padres. Otra iniciativa es el Troc, un intercambio de ropa y juguetes usados en el que también se implica a los propios niños. La primera tienda Idkids acaba de abrir en el centro comercial Islazul (Madrid) y en los próximos meses tienen previsto expandir el modelo en localidades de Catalunya, Aragón y Galicia.El grupo Idkids tiene más de 1.200 tiendas de sus ocho marcas en todo el mundo con unas ventas de 928 millones de euros en el 2018. En Francia ha desarrollado un nuevo concepto de guardería, Rigolo com la vie, a través de su fundación. Drim, la tienda-espectáculoDe la noria a Enfermera TaniaLa juguetería de la cadena catalana Drim en Glòries es, desde noviembre del 2017, un punto de referencia del sector. Aunque su principal punto de atracción sigue siendo la gran noria de la entrada, ante la que se acumulan colas kilométricas en fin de semana, “en la tienda siempre pasan cosas”, explica Josep Puig, director de marketing.El último show de la tienda de Glòries ha sido conseguir la visita de Enfermera Tania, que vino especialmente desde México y en exclusiva para inaugurar el córner de la tienda dedicado a Kasimerito, un muñeco que precisa revisiones mensuales en la tienda y que se postula para estar entre los juguetes más solicitados de la próxima campaña navideña.La estrategia comercial de Drim es situar la noria, a la que se accede con un tiquet gratuito, como punto final del recorrido de la tienda. De esta manera, garantiza que todos los niños puedan acceder a la atracción sin coste alguno; eso sí, antes deben recorrer kilómetros de estanterías llenas de juguetes.Miniso, el bazar de diseñoUn ‘todo a 100’ japonésFundada en Tokio en el 2013 por el diseñador japonés Miyake Junya y el joven empresario chino Ye Guofua, Miniso acaba de llegar al mercado español. En septiembre abrió su primera flagship en Barcelona en el Centro Comercial Gran Via II y llega con un ambicioso plan de expansión de 250 centros en el 2023. El concepto es parecido al de un bazar de todo a 100, con miles de productos fabricados en China, pero con toques de diseño japonés. La marca, según explica Ana Rivera, directora general para España y Portugal, propone “una fantástica experiencia de compra y una continua renovación de oferta”. Como otros conceptos similares, desde Tiger a Hema, no tiene tienda online y la oferta de productos se renueva cada semana. De esta manera, en cada visita a la tienda la experiencia puede ser totalmente diferente. Miniso cuenta con más de 4.000 referencias en once categorías: salud y belleza, electrónica, productos de temporada, moda de hogar, bolsos y estuches, organización, accesorios, papelería, textil y juguetes. Con un precio medio de 4 euros, el target de la tienda son los clientes de entre 18 y 40 años. El grupo japonés cuenta con 3.600 tiendas en más de 80 países y presume de su apuesta por el diseño, reconocida por dos prestigiosos premios internacionales: el Red Dot y el iF Design. Socks Market, especializadaEmprendedores con chispaLa tienda Socks Market, iniciativa de dos emprendedores en la cuarentena después de quedarse en paro, ha convertido la rutinaria misión de comprar calcetines en un momento casi lúdico. El espacio, abierto a mediados de septiembre en la calle Canuda de Barcelona, cuenta con 3.000 referencias diferentes de 60 marcas y, a pesar de contar con una e-commerce , “la tienda física es realmente donde entra la mayor parte del negocio”, tal y como explica Miquel Valero, uno de los fundadores.Periodista en paro, Valero se asoció a su amigo, Ángel Sánchez, fontanero sin trabajo, para abrir una pequeña tienda en Madrid de apenas 9 metros cuadrados. “Fue pensado como un proyecto de autoempleo y hoy tenemos 18 trabajadores”, explica Valero. Tras abrir otra pequeña tienda en Madrid y lanzar el e-commerce , “en Barcelona queríamos hacer algo chulo y la verdad es que ves que el cliente lo pasa bien en el local”. La de la calle Carulla, su tienda más grande, tiene unos 120 metros de superficie de venta.“Tenemos la tienda online para dar servicio y para clientes de fuera, pero la experiencia del establecimiento físico, con un punto freaky , no se puede replicar en la web”, argumenta el fundador de la empresa. Incluso, asegura, “es difícil de replicar en más tiendas porque creemos que funciona en gran parte por nuestra intuición; con más aperturas perderíamos alma”. Cualquier planteamiento de expansión pasa por apostar por algún miembro del equipo actual de las tiendas, totalmente implicado en el proyecto. The Muse, el ‘concept store’Novias multimarcaEl proyecto arrancó como un showroom de la marca francesa Margaux Tardits, y dos años más tarde evolucionó hacia una concept store multimarca dedicada a moda nupcial tras ver un hueco en el mercado. “En Barcelona no había ningún espacio multimarca; el sector de novias está en manos de pocas marcas”, explica Roser Salvador, impulsora de The Muse Collective junto a su hermana Cristina. Ahora tienen cuatro marcas parisinas en exclusiva para el mercado español y ofrecen, además del propio vestido de novia, asesoría para complementar el look, y una colección propia de moda de ceremonia.Antes de concertar una cita, las clientas rellenan un cuestionario online y cuando llegan al espacio, ubicado en un apartamento en el calle Balmes, pueden probarse una selección entre cinco y siete vestidos elegidos por la estilista. Se dan a conocer por redes sociales y, apunta Salvador, también por el “boca-oreja”: el 70% de amigas de la novia se casarán en breve. Fuente: La Vanguardia Etiquetas:comercio minoristatendenciastiendas