El consumo mantendrá el pulso en las campañas del Black Friday y Navidad, pero se frenará a partir de 2020. Según un estudio realizado por Deloitte, el gasto podría aumentar en esta recta final del año hasta 554 euros por hogar, lo que supondría un 2,4% más que en 2018. El problema, sin embargo, es que ese crecimiento no obedece a una mejora de la situación económica, que se está deteriorando, sino más bien a una burbuja.
«El gasto en el mes de diciembre va a crecer un 20% respecto a otros meses del año, pero hay que tener en cuenta que el consumidor va a comprar de forma irracional, dejándose llevar para actuar de un modo mucho más impulsivo», explica Rosario Pedrosa, responsable del área de Estrategia Comercial y Marketing de Aecoc.
Los análisis de esta organización, que integra a más de 30.000 empresas entre fabricantes y distribuidores del sector del gran consumo, apuntan a que un 31% de los hogares gastará en exceso y que hasta el 62% incrementará sus compras.

Otra cosa distinta será a partir de enero. Una encuesta de Aecoc entre más de mil directivos revela que el 77% de ellos considera que la situación económica es ahora peor que hace seis meses y según ha apuntado el presidente de la organización, Javier Campo, se está produciendo una desaceleración.
«Se está deteriorando la visibilidad de las familias sobre el futuro y están aumentando su ahorro preventivo, con lo si bien este año el crecimiento será del 1,8%, el próximo ejercicio nuestra previsión es que baje al 1,3%», dice.
Estancamiento
El principal riesgo, según advierten desde Aecoc, es que la economía española en particular, y la de todo el sur de Europa en general, acaba por replicar lo que pasa en Japón y se estanque durante años, con un crecimiento potencial por debajo del 1%.
Desde Anged, la patronal de las grandes superficies, que representa los intereses de compañías como El Corte Inglés, Carrefour, Ikea, Leroy Merlin o Media Markt, recuerdan que el ISC (Indicador Sintético de Consumo), que avanza la evolución en los próximos seis meses, remonta hasta el 1,9%, por debajo del 2,4% registrado hasta ahora. Los principales servicios de estudio señalan que «factores coyunturales como la incertidumbre política y económica están drenando el gasto de los hogares en favor del ahorro. Sin embargo, hay otras tendencias de fondo, más estructurales, como los cambios demográficos, la tecnología y la regulación», asegura Anged.
Así, el servicio de estudios de Funcas señala en sus últimas previsiones económicas para España que «la demanda interna está avanzando a un ritmo menor de lo esperado, como consecuencia sobre todo de la ralentización del consumo, tras varios años de incrementos elevados por el efecto demanda embalsada (consumo pospuesto durante la crisis, que se materializó a medida que la recuperación se fue consolidando)». Este efecto conllevó una reducción de la tasa de ahorro de las familias, que tocó fondo a mediados de 2018, pero desde entonces, el ahorro ha iniciado una senda de normalización, por lo que, en opinión de Funcas, «el consumo de los hogares estaría llegando a una fase de crecimiento más moderado y acorde al ciclo económico».
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BVA Reseach atribuye también a la ralentización del consumo de las familias la «mayor desaceleración de la demanda interna» que se está produciendo en la economía. Según el servicio de estudios del banco esta ralentización afecta, principalmente, a la adquisición de bienes duraderos, como los coches, y en línea con Funcas advierte de que se está produciendo un «incremento de la renta disponible de las familias, lo que ha llevado al primer aumento sostenido de la tasa de ahorro desde el inicio de la recuperación».
Por su parte, el Banco de España, en su último boletín trimestral señala que la «pérdida de vigor» en el consumo «podría guardar relación con el repunte de la incertidumbre». No obstante, ve factores positivos a futuro. Entre otros, «la evolución del mercado de trabajo, que continuaría siendo favorable, si bien acusaría el impacto de la reciente desaceleración, y por la persistencia de condiciones de financiación».
Pérdida de vigor
Desde Anged insisten, precisamente, en que desde el inicio de la recuperación, que el empleo es el principal motor para generar confianza, recuperar parte de la renta de los hogares y estimular la actividad del comercio. Aunque el Banco de España está revisando a la baja sus previsiones, de momento, estas apuntan a que aunque el consumo crecerá este año un 1%, casi la mitad que el año pasado -se registró un aumento del 1,8%-, el año que viene la tasa podría volver a subir hasta el 1,3%.
Frente al parón del consumo, el comercio online sigue creciendo sin embargo con fuerza en España. De acuerdo con los últimos datos disponibles superó los 10.969 millones de euros en el primer trimestre de 2019, lo que supone un 22% más que el año anterior, según el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Hay que tener en cuenta que en el mismo periodo, el comercio minorista creció a un ritmo del 2,3%.
Excluyendo los servicios, la facturación online de productos alcanzó los 2.427 millones de euros, lo que supone un avance del 21% con respecto al registrado en el mismo periodo del año anterior.
Al cierre de 2018, el comercio electrónico representaba ya el 3,8% del total de las ventas, frente al 2,5% que alcanzó tres años antes, en 2015. Desde Anged y otras organizaciones llevan por ello reclamando desde hace tiempo que todos los operadores compitan en igualdad de condiciones. Según dicen, no tiene sentido que unos puedan vender online durante las 24 horas y otros se les impongan límites.
Cataluña se queda a la cola
La evolución de al expectativa del gasto de 2019 respecto al gasto real del 2018 es dispar por comunidades autónomas, según el informe de consumo navideño de Deloitte. Cataluña, Baleares, Canarias, La Rioja, Extremadura y Castilla-La Mancha son las regiones en las que se piensa gastar menos que el año pasado. En Cataluña, una de las locomotoras tradicionales del consumo, se está frenando debido a la tensión política y el clima de desconfianza, en plena oleada de disturbios en las calles en las últimas semanas. En cambio, nueve comunidades españolas esperan incrementar el gasto al menos un 2,4% con respecto al año anterior.
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Se trata de Galicia, Asturias, País Vasco, Navarra, Aragón, Castilla y León, Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía. Por su parte, Cataluña, La Rioja, Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares y Canarias son las comunidades que destinarán algo menos que el año pasado a las compras de Navidad.
Cantabria y Murcia, en cambio, se mantienen en intención de gasto. El gasto medio en España crecerá un 2,4%, hasta 554 euros, por debajo del crecimiento esperado en la Unión Europea, del 3,3%. No obstante, los españoles gastamos más que la media que nuestros vecinos. La media europea es de 461 euros.
Fuente: El Economista