Un informe de CEGAL y el Ministerio de Cultura certifica que el sector vive su peor momento desde lo más duro de la crisis económica
Para adaptarse a los tiempos, las librerías se han convertido en los últimos años en lugar de reunión y en centro de difusión cultural, pero su reconversión no se ha traducido necesariamente en un incremento de los beneficios. Las ventas han vuelto a caer en el sector en 2017 y en 2018. La conclusión del mayor informe sobre la salud de las librerías, que recopila datos correspondientes a esos dos ejercicios, es contundente: “A las que les iba mal en 2016, en 2018 les fue peor”, explica el profesor Rafael Bravo, de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza. Bravo, junto a otros dos técnicos, ha elaborado en colaboración la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) y el Ministerio de Cultura, el informe Observatorio de la librería, cuyos datos se darán a conocer hoy. En él, se certifica que el sector vive su momento más complicado desde lo peor de la crisis financiera. También, que la mitad de las librerías no alcanza a facturar más de 90.000 euros anuales, lo cual las deja al límite de la supervivencia.
Hace tres años, en plena recuperación económica, el número de comercios crecía, como lo hacían los beneficios, pero esto ya no sucede. “No me atrevo a decir que hayan cerrado un 10% de las librerías, pero la evolución ha ido a mal, eso es así. Aunque no es desastroso. Hasta 2016 la tendencia era a la creación porque se recuperaban de la crisis, pero la bajada ha vuelto”, reconoce Bravo. Javier López Yáñez, presidente de CEGAL, no pinta un panorama tan halagüeño. Explica que la “situación es extrema y están al borde de un abismo”, que las librerías no saben hasta cuándo podrán resistir así. “La mitad de las librerías factura menos de 90.000 euros al año. Con eso no se puede subsistir: están al límite”.
Tampoco ayuda lo suficiente el 11% de ventas que hacen por Internet, por eso quieren fomentar y lanzar una nueva versión de la plataforma todostuslibros.com. Hasta ahora, esa herramienta permitía localizar un título determinado en las librerías cercanas a la ubicación del usuario, para que este supiera dónde le esperaba tal o cual libro. A partir del año que viene, se incorporará un botón de venta, con la opción del envío a casa, para competir contra servicios como Amazon o las tiendas digitales de La Casa del Libro, FNAC o El Corte Inglés.
El informe incorpora otro dato que confirma la precariedad en la que viven estos comercios: están recortando una cuenta de gastos de por sí exigua. Si en 2016 registraban una media de 494.307 euros anuales en ese capítulo, en 2018 cayó hasta los 471.063 euros, la cantidad más baja de los últimos ocho años.
NETFLIX, AMAZON Y OTRAS AMENAZAS
El informe que se presentará hoy en el Ministerio de Cultura incluye una encuesta en la que se ha interrogado a los libreros independientes sobre sus “miedos e incertidumbres”. El 33,94% de los 800 encuestados cita la “venta online de los grandes operadores como Amazon” como su mayor preocupación, por delante de la pérdida de compradores de libros en papel (24,09%). Les siguen los problemas relacionados con la Administración y el sistema educativo (16,45%) y la relación con otras librerías (11,29%), las editoriales (8,27%), el contexto económico y el comercio (3,03%) o las distribuidoras de libros (2,94%). Rafael Bravo apunta otro factor: “Estamos ante un cambio de hábitos muy fuerte. La sensación es que los más jóvenes han dejado de leer por alternativas de ocio online como Netflix”.
Fuente: El País