La Asociación de Comerciantes ha impulsado la apertura de este negocio efímero gracias a un proyecto para lavar la cara y llenar de vida establecimientos sin uso.
Las tiendas ‘pop up’ o efímeras, que ofrecen un producto durante un corto período de tiempo para aprovechar una temporada específica o para ahorrase el alto coste de un alquiler permanente, han llegado a Huesca por primera vez con un comercio de la reconocida firma de moda de mujer Dolores Promesas. Un concepto de venta que se ha hecho muy popular los últimos años y que aspira a ser una alternativa para poder llenar los locales vacíos del centro de la ciudad.
Susana Lacostena, la presidenta de los comerciantes, se felicita por haber conseguido arrendar el local en tan poco tiempo. «Y ojalá sirva de ejemplo y que otros propietarios de Huesca vean que después de dejárnoslo para que lo adecentáramos, en solo tres meses se ha alquilado y se animen a hacer lo mismo«, resalta.
Hace hincapié en que «un local feo, cerrado, sin iluminación o con el cristal rotollama mucho la atención para mal, pero si está al menos cuidado, atrae más a posibles interesados». Ahora espera que el ‘pop up’ vaya bien «porque quién sabe si se quedará ya de forma permanente».
La presidenta de los comerciantes ya anuncia que en 2020 volverán a incluir otra partida para poder realizar intervenciones similares que favorezcan la apertura de más locales. Asimismo, confía en que las próximas obras de reurbanización del último tramo del Coso Bajo «revitalicen» la zona y abran más tiendas.
Al frente de este ‘pop up’, que vende ropa de mujer, tanto de calle como de fiesta, además de una línea unisex y complementos, está Itziar Nogués Itziar, que regenta desde hace casi ochos años una tienda de la misma marca Dolores Promesas en Zaragoza. Explica que se ha decidido a dar este paso «porque tenemos una clientela de Huesca ya muy asentada y queremos darle un plus». Reconoce, no obstante, que también le ha animado el «vínculo personal» que le une a la capital oscense, de donde es su marido.
Su idea es abrir durante solo dos meses, hasta el próximo 25 de enero, y luego estudiar los resultados para valorar una posible continuidad ya permanente. «Queremos demostrar a la marca que en Huesca puede funcionar perfectamente», señala.
Itziar Nogués agradece la mediación de la Asociación de Comerciantes y también el precio del alquiler local que ha fijado el propietario «porque dentro del mundo del comercio minorista estamos sufriendo mucho con la venta ‘on line’ y tienes que encontrar a alguien que te alquile a un precio razonable«. De hecho, cree que si otros dueños siguieran esta misma política «se abrirían más negocios ya que lo que condiciona a un pequeño comerciante es siempre el alquiler, pero con esta fórmula te puedes plantear lo que quieras».
Además, tras el lavado de cara de la asociación, solo han tenido que hacer una pequeña inversión en decoración que han encargado a empresas de Huesca. «Estamos encantados y muy ilusionados de que funcione y sirva de ejemplo y modelo para que otros propietarios se den cuenta de que es preferible esto a tenerlos cerrados», asegura.
La concejala de Desarrollo, Comercio y Turismo, Rosa Gerbás, valora muy positivamente este primer resultado del proyecto ‘Latidos: locales vivos’ y también espera que cunda el ejemplo. «Se demuestra que, con poco, pueden ser más atractivos y por tanto es más fácil arrendarlos», subraya.
Fuente: Heraldo