La empresa americana se prepara para el lanzamiento de un robot autónomo que analiza el etiquetado de los productos, su correcta posición en las estanterías o las unidades a la venta. Esperan aumentar las ventas de los comercios en un 25%.
La revolución 4.0 de la Industria, o incluso si ya estamos en la 5.0 que defienden los gurús más puristas del sector tecnológico, llama con fuerza también a las puertas de los supermercados y pequeñas tiendas. El primer gran cambio visible, incluso para los propios clientes, podría verse en poco tiempo con la llegada de robots autónomos que controlarán el stock de productos expuesto en las estanterías.
La startup Bossa Nova, formada en las filas de la Instituto de Robótica de la Universidad de Carnegie Mellon, tiene desde hace dos años más de 360 robots de este tipo trabajando en pruebas en comercios y puntos de venta en Estados Unidos. Tras captar más de 95 millones de euros en distintas rondas de inversión, la joven compañía afina ahora la llegada de estas máquinas autónomas de forma generalizada en un plazo máximo de 24 meses.
El modelo Bossa Nova tiene una altura de 1,82 metros y dispone de 15 cámaras 3D que analizan la posición de los productos en las bandejas de las tienda, también si el precio expuesto es el correcto y el número de unidades a la venta. De esta manera, el responsable de cada centro conoce en tiempo real el inventario necesario para procesar sus pedidos con previsión a sus proveedores.
Los ingenieros de la compañía norteamericana han escaneados más de un millón de expositores de supermercados y 150.000 referencias de productos. Incluso están diseñando unidades más versátiles para adaptarlas a pasillos más estrechos que pueden dar servicio también en tiendas más pequeñas.

«Con este tipo de robots, que hacen tareas predecibles y repetitivas, se le da tiempo a la plantilla de cada centro para vender más productos y también a atender mejor a los clientes. Una labor que especialmente se valora por la clientela de las tiendas más pequeñas», destacaba hace unos meses el vicepresidente de operaciones de la cadena de supermercados americana Walmart, John Crecelius, en el blog de la compañía.
Se estima que las cadenas de supermercados americanas cada año pierden más de 1.000 millones de euros debido a diferentes factores como el marcaje erróneo de los precios, una posición inadecuada del producto en las estanterías o incluso por la falta de unidades a la venta en temporadas de demanda alta. Además, diversos estudios realizados por la marca estiman que la incorporación de este tipo de robots puede aumentar en 25% los ingresos de cada establecimiento.
En esta carrera por diseñar el próximo robot reponedor de supermercados también se encuentra inmersa Simbe Robotics. La compaña , con sede San Francisco, ha conseguido desde 2015 financiación de 25 millones de euros, en asociación con SoftBank Robotics, para desplegar en los próximos meses más de 1.000 unidades en pruebas que podrían entrenarse en tiendas de Decathlon en sus red de centros en Estados Unidos.