Hace 15 años, la Junta y el Ayuntamiento invirtieron 1,7 millones de euros en tres zonas de la ciudad, pero las infraestructuras ya no funcionan.
Menacho tiene microclima, pero hace siete años que no funciona, tampoco sus pantallas de información. San Roque cuenta con planos que señalan dónde están sus tiendas, pero los carteles están rotos o se han borrado. El Casco Antiguo llegó a contar con un sistema para perfumar sus calles y atraer clientes, pero ya no queda olor. Hace 15 años que se creó la figura de los centros comerciales abiertos. En Badajoz la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento invirtieron 1,7 millones de euros en tres zonas para impulsar un proyecto común entre sus tiendas, pero los centros comerciales abiertos están perdiendo sus últimos símbolos.
Quince años después, Menacho, San Roque y el Casco Antiguo mantienen el título de centros comerciales abiertos, pero han perdido las infraestructuras que montaron con las subvenciones y su éxito o fracaso nada tiene que ver con un proyecto que debía salvarles.
En la calle San Juan acaban de cerrar dos tiendas y solo quedan cuatro comercios
La calle comercial por excelencia es Menacho y por eso fue el primer centro comercial abierto de Badajoz. En 2007 los peatones se sorprendieron al pasear por sus tiendas en verano y ser refrescados por 1.050 nebulizadores que saltaban cuando la temperatura superaba los 35 grados. El microclima costó 150.000 euros. Fue la partida más cara de los 660.000 que se invirtieron en la zona (450.000 de la Junta, 150.000 del Ayuntamiento y 60.000 de los propios empresarios).
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Además del sistema para bajar la temperatura, se instalaron las portadas en forma de ‘M’, pantallas de 42 pulgadas para informar a los clientes, wifi y cámaras cuentapersonas. En principio fue un éxito, el centro comercial se amplió a las calles adyacentes y se anunció que el microclima cubriría también Juan Carlos I y Santo Domingo. La crisis cortó estos planes.
El microclima funcionó cinco años. En el verano de 2013 los empresarios de Menacho anunciaron que no lo pondrían en marcha el sistema. Necesitaban 6.000 euros para realizar labores de mantenimiento y no los tenían. Pidieron ayuda a las instituciones, pero los aspersores no han vuelto a funcionar. La cartelería está deteriorada, lo mismo que las portadas y las pantallas no funcionan desde hace años.
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Por contra, en este tiempo, Menacho ha recibido otras inversiones que sí han beneficiado a la calle. La principal, la plataforma única. El Ayuntamiento también impulsa actividades los domingos para atraer clientes.
Félix Retamar, presidente de la Asociación de Comerciantes de Menacho, señala que la crisis cortó las subvenciones y también provocó que perdiesen socios y cuotas, por lo que no pudieron asumir el mantenimiento. «Teníamos que aguantar con nuestros recursos, subsistiendo», añade.
«La crisis cortó las subvenciones y perdimos socios. No pudimos pagar el mantenimiento»FÉLIX RETAMAR, EMPRESARIOS DE MENACHO
«Mi prioridad es renovar la cartelería y ampliar el centro comercial a toda la avenida Ricardo Carapeto»ALBERTO CABALLERO, EMPRESARIO DE SAN ROQUE
«Cuando se hizo, estuvo bien, pero no tuvo mantenimiento y 15 años después, no existe»EMPRESARIOS CASCO ANTIGUO
En San Roque, el centro comercial abierto abrió solo unos meses después del de Menacho. Contó con 661.845 euros de ayuda. La mayor parte de la inversión fue para un entoldado común en las tiendas, que ya no todas comparten. También se instalaron pantallas informativas, que desaparecieron y paneles informativos con planos de la zona anunciando la ubicación de los comercios. Un recurso similar al que puede verse en cualquier centro comercial. En la actualidad solo quedan siete de esos carteles y están oxidados, borrados o desactualizados. En del cruce de Ricardo Carapeto con la calle Cáceres, además, uno de ellos ha perdido sus paneles y hay vallas de la Policía Local para impedir que los peatones se accidenten.
Alberto Caballero, un pacense de 40 años con una empresa de informática, acaba de ponerse al frente de la Asociación de Empresarios de San Roque. «Estoy preocupado por el mal estado de los carteles. Para nosotros es una prioridad arreglarlo y ya estamos en contacto con las instituciones para renovarlo».
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A pesar del balance tras 15 años, Caballero cree que la figura del centro comercial abierto hace falta en su barrio y apuesta por un diseño más moderno y una imagen unificada. Además quiere que se extienda, ya que hace 15 años solo lo concedieron a Ricardo Carapeto desde el puente hasta la calle Bilbao. «Debe ser hasta el final de la avenida, porque hay muchos comercios, incluso al final», reclama el portavoz de los empresarios, que cree que ampliar el proyecto podría servir para que urbanicen el final de la avenida, otra prioridad para ellos. «Es la principal avenida del barrio y una entrada importante a Badajoz. Debe tener otra imagen», reclama Caballero.
El Casco Antiguo fue el tercer barrio en lograr el título y es la zona en peor situación comercial en la actualidad. Recibieron 375.000 euros. La mayor inversión fueron los toldos de la calle San Juan, que fueron muy criticados, ya que es una calle que apenas recibe sol debido a que es estrecha. Algunos de los 558 rombos se rompieron y fueron renovados por el Ayuntamiento.
También se instalaron carteles y banderolas para señalar la zona e identificar los comercios adheridos. En la actualidad apenas quedan. Así mismo se colocaron cámaras cuentapersonas que no se usan y un sistema de iluminación y de ambientación, para perfumar las calles. Hoy en día tampoco está operativo.
«Cuando se hizo, estuvo muy bien, pero el problema es que no tuvo mantenimiento y 15 años después, no existe», concluye Emilio Vahí, presidente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes del Casco Antiguo. Vahí pide apoyo para recuperar la cartelería y las papeleras que se instalaron en la zona.
El mayor problema en el Casco Antiguo, sin embargo, es la pérdida de comercios. En la calle San Juan solo quedan cuatro comercios y hay una decena de locales cerrados. Los dos últimos son los de las tiendas Arigato y Arte Palé. Ambas tiendas formaban parte de la iniciativa ‘Soledad Bohemia’, el último intento por rescatar en comercio en la zona. Sin embargo, de las nueve tiendas subvencionadas por el Ayuntamiento y la Junta, solo una queda abierta.
A raíz de esta decadencia se ha creado una nueva asociación formada solo por comerciantes, para diferenciar sus necesidades de las de la hostelería, que es mayoritaria en la zona. El portavoz es Mario Montoya que cree que el centro comercial abierto sería útil, pero que hace falta mucha voluntad política. Respecto a los proyectos como Soledad Bohemia, señala que el problema es que estaba mal planteado.
Fuente: Hoy.es