El gigante de la moda gallego ha iniciado este miércoles un plan para dar salida a la mercancía que quedó colgada en sus tiendas y que está siendo demandada a través de internet
Inditex ha abierto la puerta trasera de sus tiendas y, desde este miércoles, ha puesto en marcha un plan dirigido a dar salida a toda la mercancía que se quedó colgada en los millones de perchas de sus 1.580 establecimientos de toda España. Desde este miércoles, la compañía ha organizado a más de 800 trabajadores, todos ellos voluntarios, que han acudido a 290 tiendas seleccionadas por la empresa para empezar a dar salida a toda la mercancía que no se ha podido vender por el estallido de la crisis del coronavirus.
Según afirman desde la CGT, sindicato mayoritario de Zara en Madrid, esta iniciativa se ha aplicado en todos los establecimientos de la principal insignia del grupo en la capital, con la única excepción de la tienda que tiene en el aeropuerto de Barajas. Además, la empresa se ha comprometido con los representantes de los trabajadores a dotar a todos los voluntarios de mascarillas, guantes y geles, cuyo uso será obligatorio, y a estudiar la petición del comité de realizar test rápidos a estos empleados. Todos ellos se han organizado como grupos fijos de entre dos y cuatro personas, en función de las necesidades de cada tienda.

Además del carácter voluntario, la compañía ha querido limitar esta reincorporación a puestos de responsabilidad, que no tengan ningún tipo de patología médica ni problema familiar y, en la medida de lo posible, que cuenten con vehículo propio, para evitar el transporte público, ya que una máxima que se han marcado es garantizar la seguridad de estos profesionales, debido a que su reincorporación laboral llega cuando todavía está decretado el estado de alarma.
La plantilla de los establecimientos, además, era la única susceptible de haber ido a ERTE por el Covid-19, ya que los establecimientos físicos son los que han sido obligados a bajar la persiana, pero tanto, la actividad logística como la venta ‘online’ puede seguir operativa, precisamente para atender los pedidos y repartos que el estado de alarma permite seguir haciendo a través de internet.

A ello se sumará ahora la actividad que estos 800 profesionales realizarán dentro de las tiendas, pero dándole salida también por el canal ‘online’. Con este sistema, Inditex quiere poder vender un producto que, ha detectado, está siendo demandado a través de la aplicación, pero ya solo está disponible en las tiendas. Aunque desde la compañía se ha justificado todo el rato esta decisión como un servicio al cliente, también es cierto que permite al gigante de la moda un entrenamiento para cuando vuelvan a abrirse los establecimientos.
Por el momento, el Ejecutivo ha prorrogado el estado de alarma hasta el próximo 26 de abril, aunque se da por hecho que se ampliará en otras dos semanas, lo que llevaría hasta el 11 de mayo el confinamiento y, por tanto, el cierre al público del comercio y la restauración. Además, también se espera que la apertura sea escalonada, con una serie de controles y limitaciones de aforo que modificarán por completo las dinámicas de las tiendas, sobre todo, en comparación con la situación previa al pasado 14 de marzo. Un nuevo escenario en el que se espera que la venta ‘online’ gane peso.
Un ejemplo lo tenemos en cómo está funcionando la compra de alimentación durante este confinamiento. Según los datos que dio la semana pasada Anged —patronal de las grandes empresas de la distribución—, las ventas de estos establecimientos —de los pocos a los que se permite seguir abiertos de cara al público— en su versión física se han incrementado un 23% durante el estado de alarma, mientras que en ‘online’ se han disparado un 48%. En tecnología del hogar, productos que gracias al teletrabajo están siendo muy demandados, las ventas físicas se han desplomado un 45%, al estar cerradas las tiendas, mientras que en ‘e-commerce’ han crecido un 40%.
Fuente: El Confidencial