Colas en la calle, desinfección de probadores y uso obligatorio de guantes, entre las medidas que preparan los comercios
A pesar de la prorrogación del estado de alarma por la pandemia del Covid-19, la economía empieza a ponerse en marcha y las empresas diseñan ya sus estrategias de vuelta al trabajo y reapertura al público, siempre bajo el paraguas de la seguridad y la prevención de los contagios. No es una excepción el mundo de la moda. Las grandes cadenas de venta de textil ya han advertido que la forma de ir de compras en sus tiendas va a cambiar mucho a partir de ahora.
Tanto las tiendas Inditex como las de Mango tienen previsto tomar una serie de medidas de protección de sus clientes que incluyen, como en los supermercados, el uso de guantes e hidrogel obligatorio para los clientes (y facilitados por la empresa) y la priorización de pago con tarjeta.
Además, está previsto que se limite el aforo a una persona por cada 10 o 20 metros cuadrados de tienda. El resto deberá esperar en la calle, en cola y a un metro de distancia unos de otros, al igual que serán las colas en las cajas. Así, se eliminan las colas en serpentina ante los mostradores de pago y los clientes deberán colocarse en línea recta.
Uno de los puntos más conflictivos son los probadores. Permanecerán abiertos, por supuesto, pero se prevé que sean desinfectados después de cada uso, así como la sustitución de puertas por cortinas con el fin de poder lavarlas más fácilmente. Lo que sí desaparecen son las fichas con el número de prendas. Además, deberá dejarse un cubículo libre entre dos ocupados para asegurar la distancia de seguridad.
Las prendas que el cliente decida no llevarse serán puestas en cuarentena durante 48 horas, así como las que se devuelvan a la tienda tras haber sido compradas. Algunas cadenas de ropa estudian, incluso, someterlas a un proceso de descontaminación.
Lo que no se ha determinado es el tiempo que durará esta situación, que dependerá de la evolución de la pandemia y de las recomendaciones de las autoridades. No obstante, es fácil pensar que algunos de los nuevos hábitos adquiridos durante este excepcional estado se introduzca a largo plazo.
Fuente: Las Provincias