• Es la mayor caída en la concesión de préstamos personales desde 2003

  • La facturación de los establecimientos minoristas cede un 70% en junio

  • Las familias han ahorrado 30.200 millones desde el estado de alarma

La privación de movimiento durante el estado de alarma, el impacto de la pandemia en el empleo y la incertidumbre sobre los efectos de nuevos rebrotes ha vuelto conservador al bolsillo de las familias y empresas. Los préstamos al consumo (al margen de las tarjetas de crédito y revolving) cayeron en abril hasta un 78%. Esta apatía de gasto también ha dejado un fuerte impacto en el comercio minorista, que ha visto cómo las ventas en junio, a pesar de que ya se disfrutaba de una mayor libertad, han caído un 70% frente al mismo mes de un año antes.

Concretamente, las entidades que operan en España concedieron 626 millones de euros en préstamos al consumo el pasado mes de abril, frente a los 2.842 millones que dieron un año antes. Es la menor cifra registrada desde 2003, última fecha de la que el Banco de España cuenta con datos.

El crédito a través de tarjetas también cedió en abril, aunque de manera más leve, un 15,5%, hasta los 10.494 millones. Cabe destacar que dicho mes fue de absoluto confinamiento, por lo que es previsible que la concesión de préstamos personales comience a subir en los meses de mayo y junio, de los que aún no hay datos publicados.

La caída del consumo se hace más grave entre el comercio minorista. La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha realizado una encuesta a mil pequeños comerciantes de todo el país , cuya conclusión es alarmante: la facturación en el mes de junio ha caído entre un 70 y un 80% frente al mismo mes de 2019.

Además, más del 31% de los encuestados aseguran que la facturación no superará los 6.000 euros, lo que significa una caída de los ingresos de casi el 60% frente al mismo periodo del año anterior, cuando se situaron en una media de 14.000 euros. Asimismo, otro 40% de pequeños comerciantes prevé que no alcanzará la cifra de los 14.000 euros y «ven muy difícil poder continuar en activo en 2021», según la asociación.

El 79% de los comercios minoristas reconoce que han tenido que solicitar ayudas durante el estado de alarma. La mayor parte, es decir, el 40%, pidió el cese extraordinario de actividad. Otro 36,6% se apoyó en las ayudas locales y autonómicas, mientras que el 13,4% solicitó financiación a las entidades a través de los avales puestos en marcha por el ICO.

A pesar del pesimismo que arrojan los datos, el presidente de UPTA, Eduardo Abad, considera que «todo hace pensar que el mes de julio será algo mejor, al menos en las zonas más turísticas de nuestro país». Sin embargo, en las regiones que no viven de la estacionalidad, los pequeños comerciantes seguirán sufriendo un descenso mayor en sus ventas. «Afortunadamente la extensión del cese de actividad hasta el mes de septiembre y las bonificaciones a las cuotas de la Seguridad Social son grandes medidas para aliviar las cargas», apunta Abad.

Crece el ahorro

El ahorro de familias y empresas ha sido la tendencia principal desde el inicio de la pandemia. Los depósitos de los hogares alcanzaron los 882,1 millones de euros a cierre de mayo, un 7,2% más que un año antes. Por su parte, los de las empresas se situaron en 287,2 millones de euros, un 13,8% por encima de la cifra de mayo de 2019. Desde la aprobación del estado de alarma a mediados de marzo, las familias han ahorrado en torno a 30.200 millones de euros, según datos del Banco de España, y las empresas otros 35.400 millones de euros.

Fuente: El Economista