Residentes de otros distritos de la capital prefieren quedarse en su zona, donde hacen las compras y encuentran locales atractivos para el ocio
La seguridad, la cercanía, la comodidad en el desplazamiento y los precios asequibles son factores que disipan la intención de bajar al centro
Desde antes de que finalizase el complejo proceso de desescalada, ya se barruntaba que la recuperación económica iba a tomar dos velocidades en la capital malagueña, aflojando claramente el acelerador en el centro histórico frente al ajetreo de los barrios, que se adaptaron pronto a la «nueva normalidad».
Ya adentrada en la fase I, con la apertura del pequeño comercio se evidenciaba como la actividad volvía a florecer en los distritos más periféricos ubicados tanto en la zona norte, este y oeste de la capital, mientras que el casco histórico seguía ofreciendo una imagen desierta que ahora empieza a corregirse aunque «no acaba de arrancar», lamentan desde el sector de la restauración y la hostelería. «Hemos visto como muchos comercios locales, bares y restaurantes, se están demostrando sectores especialmente vulnerables en estas distintas fases de reactivación económica», manifestaba la concejala delegada de Comercio en el Ayuntamiento de Málaga, Elisa Pérez de Siles, en la presentación del plan para la reactivación del centro, que en los próximos días tratará de atraer a los malagueños al casco histórico con reclamos culturales y con facilidades a la movilidad y el aparcamiento en la zona. «La mayor parte de los establecimientos han tenido que cerrar sus persianas durante todos estos meses de pandemia y aquellos que han podido explotar sus comercios, lo han hecho en unos niveles de facturación muy por debajo de lo normal. Hablamos casi de un 25% o un 30% menos de facturación».
El por qué
Sobre las causas que explican esta reactivación más lenta y selectiva en el entorno de la calle Larios así como en los barrios del Soho y La Malagueta, el abanico es amplio aunque con puntos comunes; el principal de ellos es, sin duda alguna, el turismo:
«En el centro está claro que el turismo es súperimportante», afirma rotundo Fernando Martínez, vicepresidente de Mahos, que también subraya la precaria situación económica de muchos bolsillos malagueños debido a la crisis y al teletrabajo, que ha vaciado los despachos y las oficinas que pueblan el centro. Mucho más críticos son desde la Asociación de Vecinos Centro Antiguo. Para esta entidad no «hay sorpresa alguna» y aseguran que la desaceleración del centro histórico era algo que ya venían alertando: «La asociación lleva años avisando, dijimos que como hubiese algo, en un sector tan precario como el turismo, que desestabilizase el mercado, Málaga se iba al carajo,por lo menos el centro, lo que no podíamos suponer es que iba a ser una pandemia», sentencia Alejandro Villén, vicepresidente de Vecinos Centro Antiguo, quien añade que la subida del precio del alquiler, el auge de las viviendas turísticas, la hostelería orientada al visitante, la falta de zonas verdes y parques han convertido al centro en un recorrido por el que se puede pasear pero no quedarse a vivir. En su opinión, la solución pasa por iniciar un plan de repoblación, regular los alquileres y atraer al mundo empresarial. «Si hubiera vecinos aquí, este problema no lo habría».
La falta de público extranjero también ha afectado a las ventas de los negocios del Soho, que tampoco cuentan ya con su principal baza: las oficinas. «Antes se trabajaba mucho en la oficinas del centro y ahora casi todo el mundo desde su casa», explica Francisco Carrasquilla, desde la Asociación Empresarios del Soho.
«En los barrios, los precios son más asequibles para el público, a aparte que está más cómodo, aparcar, en el centro es muy difícil, a no ser que vayas a un parking y la barriada con el tema del metro se mueve más cómoda».
Para Carmen Caballero, al frente de la Asociación de Empresarios Málaga Este, la clave es la sensación de seguridad: «Ha sido muy progresivo. Sí que se ve movimiento en las tiendas, hay muchas que siguen trabajando con su cita previa. Yo creo que sí, es uno de los motivos de que el centro esté más vacío, la gente ha preferido quedarse en los barrios»
Y en la Málaga Norte, la avenida de Plutarco «casi tiene más gente que el centro», afirma Miguel Millán, presidente de la asociación vecinal Parque de Teatinos. Miguel sostiene que antes la gente buscaba el ocio únicamente en el centro pero ahora «no merece la pena» porque los barrios también ofrece esa opción. «Por cercanía me quedo en el barrio, me tomo una copa y me vuelvo andando». Cercanía, seguridad y precio, las demandas del público malagueño que se queda en su barrio.
Repensar el centro histórico de Málaga
- El Ayuntamiento de Málaga aprobó el pasado jueves un paquete de medidas dirigidas a incentivar el consumo y la actividad comercial en la zona centro. Lo hizo en un pleno extraordinario urgente donde todas las formaciones apoyaron el plan, no sin cierto debate sobre el presente y futuro del primer distrito de Málaga capital, una controversia que va más allá de la Casona del Parque porque también se escucha en la calle y se lee en la prensa. Aunque, tal y como dice Carmen Caballero, como paleña y desde la Asociación de Empresarios Málaga Este, no se trata de una «lucha entre los barrios y el centro», la crisis del coronavirus ha maltratado a toda la restauración, la hostelería y el pequeño comercio pero es evidente que se recupera a distintos ritmos en la periferia y el casco antiguo. Las opiniones más afiladas hablan de que «se ha echado» al malagueño del centro y ahora necesita que vuelva para no hundirse, como piensa Alejandro Villén: «Cuando vuelva el turismo y se estabilice la cosa, van a volver a echarnos». Y, por otro lado, critica la intención del consistorio de movilizar al público residente en barrios del extrarradio al centro. «No tiene sentido, no hay clientes para todos», ataja. Más cauto es Víctor Manuel Picón, de la asociación vecinal del barrio de La Paz, que entiende que en un barrio donde «hay de todo», la gente prefiere quedarse por los alrededores, como siempre ha ocurrido. No obstante, también reconoce que «desde un tiempo a esta parte, quizás el malagueño sí aprecia que el centro está diseñado para el turismo exterior». Por el contrario, hay asociaciones que ven con buenos ojos el plan del Consistorio malagueño y esperan que sea el balón de oxígeno que les ayude a arrancar. «Lo vemos con bastante alegría», reconoce Francisco Carrasquilla, desde la Asociación de Empresarios del Soho, que ha colaborado en la elaboración de este programa de incentivos, que espera espera una buena respuesta de la ciudadanía malagueña. «La idea desde luego es bastante buena,todo lo que repercuta en el sector, tanto lo que es Larios o la zona Soho, es un tema positivo». De la misma forma, la asociación de comerciantes del Centro Histórico, también incluida en la gestación del plan, espera buenos resultados. «Espero que esta campaña llegue a todos los malagueños, que los estamos esperando con los brazos abiertos, en esta maravilla de centro histórico que tantos años nos ha costado tener. Estamos esperando a que vengáis todos», declaró la presidenta Juanibel Vera en la presentación del programa de incentivos. Por el momento, el plan del Ayuntamiento se mantendrá hasta septiembre pese a que se habla de «plazos abiertos», a la espera de ver la evolución de la pandemia y del centro en lo que queda de temporada estival. Entonces se verá qué dirección toma el futuro del centro de la capital.