- El toque de queda y las medidas de seguridad para frenar la segunda ola del coronavirus han acabado con las celebraciones de Halloween
- Las tiendas de disfraces confiaban en esta festividad para activar las ventas y ha acabado convirtiéndose en una trampa para los empresarios
Sin fiestas patronales, ni celebraciones de fin de curso, ni despedidas de soltero, las tiendas están viviendo un año prácticamente en blanco
Sin duda, en los últimos años Halloween se ha convertido en una de las celebraciones más festejadas de España. No hay colegio, barrio o urbanización donde los niños se disfracen para disfrutar de esta tradición norteamericana que ha acabado imponiéndose a la solemnidad de la festividad de Todos los Santos.PUBLICIDADhttps://bfded19da4d05d385dbef82b8dcd71a1.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html
Una celebración que genera una importante fuente de ingresos en el sector de la hostelería y el ocio. Aunque sin duda, son las tiendas de disfraces las que tienen esta fecha marcada en el calendario, ya que supone una gran parte de su facturación anual. “En nuestro caso Halloween ya supera a los carnavales y supone un 40% de los ingresos de todo el año”, explica Laura Navarro, propietaria de Sigue el Carnaval, una de las tiendas con más tradición en Valencia.
Una campaña que este año esperaban en el sector como una tabla de salvación, pero que se ha acabado en una trampa para muchas tiendas que habían hecho acopio de producto para responder a la demanda de sus clientes. “Es una ruina. Hemos invertido dinero que hemos tenido que pedir prestado al banco y no hay ventas”, asegura David Ariño, propietario de Festiplanet.Una joven entra en una tienda de disfracesEUROPA PRESSPUBLICIDADhttps://bfded19da4d05d385dbef82b8dcd71a1.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html
El toque de queda, el cierre del ocio nocturno y la imposibilidad de realizar celebraciones en grupo han acabado con una fiesta de Halloween, que cada año va ganando más adeptos de todas las edades, aunque siguen los niños y los jóvenes los que más celebran la noche de brujas. “Con el cierre de las discotecas no se hacen fiestas y ya se preveía que no iba a ser como otros años, pero las restricciones de última hora han acabado con la campaña”, asegura Laura Navarro, que se queja de que “cada día hay una norma nueva, una nueva restricción y eso nos afecta mucho porque no puedes hacer previsiones”.
Solo las fiestas en los colegios y las pequeñas celebraciones dentro de las unidades familiares han evitado que la campaña se cierre con un cero de ventas. “Afortunadamente en los colegios se ha seguido haciendo la fiesta para animar a los niños que también lo están pasando mal con la situación, y por el mismo motivo, muchos padres han decidido celebrarlo en familia, decorando la vivienda con artículos propios de la fecha”.
Un frustrado Halloween que supone la puntilla al sector, después de un año en el que ventas han caído en picado desde el pasado mes de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. “Se ha cancelado todo. No ha habido fiestas en los pueblos, ni comuniones, ni despedidas de soltero, tampoco fiestas de fin de curso en los colegios y aquí en Valencia se han cancelado las Fallas, que también era muy importante para nosotros. Está siendo un año en blanco”.
Fuente: niusdiario