Los ingresos del sector terciario se derrumbaron un 15,6%, la mayor caída desde que hay registros, mientras que la industria lo hizo un 11,7%
El sector secundario y el sector terciario sufrieron en 2020 un mordisco en sus ingresos que dejará mella durante la próxima década. La facturación de la industria cayó un 11,7% en tan solo un año, la mayor caída desde 2009. Peor aún ha sido la de los servicios, el sector más castigado de la economía, que perdió un 15,6% de sus ingresos, el mayor hundimiento desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzó sus registros, en el año 2000. Ambos sectores han caído por encima de lo que lo hizo la economía española en 2020: el PIB retrocedió un 11%.
Los datos publicados este lunes por el INE ponen fin a seis años de crecimiento en ambos sectores, que registraban cifras positivas desde 2014. Si bien es cierto, este crecimiento ya se mostraba endeble desde que tocase techo en 2017. Especialmente débil era la evolución de la industria, que cerró 2019 con un crecimiento de apenas el 0,4%.
Energía, el mayor golpe a la industria
En 2020, y tras un parón de los transportes y el consumo por los confinamientos y las restricciones, el retroceso de la facturación de las empresas industriales se vivió en todos los sectores, especialmente en la energía (-41,6%), seguido de los bienes de equipo (-11,3%); los bienes intermedios (-10,3%); los bienes de consumo duradero (-10%) y los bienes de consumo no duradero (-5,3%).
Las ramas donde más bajaron las ventas en 2020 fueron las coquerías y el refino de petróleo (-41,6%), la fabricación de artículos de joyería y de instrumentos musicales (-30,9%), la industria del cuero y del calzado (-27,1%) y la confección de prendas de vestir (-21,6%).
Hostelería y turismo, los más perjudicados de los servicios
En el conjunto de 2020, todos los sectores de los servicios registraron tasas anuales negativas. Por grupos, el comercio recortó sus ventas un 12,1% el año pasado, con caídas del 12,6% en el comercio mayorista y del 8,1% en el comercio minorista.
Sin embargo, la agrupación de otros servicios sufrió la caída más acuciada. En él se encuentra la hostelería, (-50,1%), las actividades administrativas y servicios auxiliares (-29,6%), transporte y almacenamiento (-19,1%), información y comunicaciones (-8,8%) y actividades profesionales, científicas y técnicas (-10,6%).
Por ramas, los mayores retrocesos anuales de la facturación los registraron las agencias de viaje (-75%), los servicios de alojamiento (-68%), el transporte aéreo (-60,1%) y el transporte por taxi (-53,6%).
Solo tres actividades vendieron más que en 2019: el comercio mayorista de equipos TIC (+4,7%), el comercio al por mayor de materias primas agrarias y animales vivos (+0,4%) y las actividades de seguridad e investigación (+0,2%).
Fuente: El País