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La crisis de inflación empuja a los españoles al consumo de ropa usada

Los consumidores encuentran refugio en la segunda mano. Empresas como Inditex lanzan sus propias plataformas.

La ropa usada se ha relacionado tradicionalmente con un modelo de consumo más sostenible o con determinados colectivos que apuestan por la segunda mano como forma de activismo ecologista frente a modelos de industria textil altamente contaminantes como es el fast fashion. Pero la crisis inflacionista ha dado un vuelco a los hábitos de consumo en España en todos los ámbitos. No solo en el supermercado, donde el encarecimiento de los precios de los alimentos ha modificado el contenido de la cesta de la compra para adaptarlo a la mermada capacidad adquisitiva del bolsillo de la clase media, sino también en el comercio textil, donde la carestía de la vida está empujando a los consumidores hacia la compra de prendas de vestir en tiendas de segunda mano. Una opción no sólo más económica, sino también más sostenible, que está en auge y suma adeptos incluso entre gigantes del sector como Inditex.

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la escalada inflacionista se tradujo en un incremento de los precios del 8,4% en 2022 y empezó este año en el 5,9%. El sector de la moda, por su parte, aceleró su particular subida al arrancar 2023 con un encarecimiento del 3,6% en el Índice de Precios de Consumo (IPC) del apartado de vestido y calzado. Aunque ahí la tasa de inflación disminuyó un 11,5% en enero respecto al mes anterior, como sucede habitualmente en el primer mes del año a causa del efecto de las rebajas, Estadística señaló la ropa como uno de los grupos que destacan por su influencia en el aumento de la tasa anual del IPC general. Ir de compras sale cada vez más caro y los consumidores empiezan a explorar opciones más asequibles para renovar el armario.

Corroboran esta tendencia los datos de Humana Fundación Pueblo para Pueblo, la entidad sin ánimo de lucro que vende la ropa procedente de las donaciones depositadas en los contenedores de la vía pública con el fin social de impulsar proyectos de cooperación al desarrollo en países del Sur y acciones sociales aquí en España. En 2022, Humana registró un aumento del 22% en los clientes de sus 48 establecimientos, superando, por primera vez, los 2 millones de compradores. En concreto, se alcanzaron los 2,4 millones, que adquirieron un total de 6,2 millones de artículos reutilizados.

TENDENCIA AL ALZA

«La venta de ropa de segunda mano está al alza desde hace unos años», explica Rafael Mas, director de Proyectos y Relaciones Externas de la Fundación, que incide en que el sector ya se encontraba en línea ascendente antes de la pandemia, pero en 2021 experimentó un punto de inflexión. «No sólo se recuperó bien de los efectos del confinamiento, sino que esas buenas sensaciones se vieron refrendadas en 2022», afirma. Los motivos que subyacen tras esta positiva evolución del negocio son, a su juicio, «el auge del consumo, un cambio de valores impulsado por la mayor conciencia ambiental y el paulatino redescubrimiento de otras maneras de consumir», a lo que añade que «los buenos precios de este tipo de productos actúan como otro factor importante» en el actual contexto de tensiones inflacionistas.

Que la ropa de segunda mano se está haciendo hueco en los armarios de los españoles empujada por la carestía de la vida es un hecho. Sin embargo, los expertos señalan otros elementos que están impulsando el auge de este mercado entre determinados segmentos de la población, especialmente entre los jóvenes. «Evidentemente, cuando la vida está más cara los consumidores optan por opciones más económicas», introduce sobre los conocidos como «bienes inferiores» -aquellos cuya demanda se incrementa cuando cae la renta- Tomás Gómez, profesor de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Internacional de Valencia (UIV), que recuerda el fuerte incremento que se produjo en la crisis de 2008 de las ventas de carne de pollo, considerada un bien inferior.

Más allá de esta aproximación teórica sobre la base de la crisis de precios, el profesor señala hacia otro de los principales factores que están impulsando las ventas de ropa usada: cada vez hay más conciencia de consumo responsable, sostenible y circular ante una industria, como es la textil, que deja una gran huella de carbono. Y las instituciones van en esa línea, ya que el Pacto Verde de la Unión Europea establece que en 2050 las empresas tienen que haber transformado su modelo productivo hacia las cero emisiones. «Eso es en menos de 30 años y la tendencia va a marcar los nuevos hábitos de consumo en España», recalca el profesor Gómez.

‘ZARA PRE-OWNED’.

La industria está haciendo un enorme esfuerzo para orientar su producción hacia modelos más sostenibles en todas las fases del proceso, desde el diseño del producto hasta la gestión de las tiendas, pasando por la fabricación y la logística. Y ninguna empresa quiere quedarse atrás en la carrera por posicionarse en un mercado que acaparan en estos momentos de forma mayoritaria los grandes operadores especializados del comercio electrónico.

Es el caso de Inditex, que ya ha está trabajando en la puesta en marcha de su negocio de segunda mano con Zara en algunos de sus principales mercados tras testarlo en Reino Unido. A través de la plataforma ‘Zara Pre-Owned’, el grupo fundado por Amancio Ortega ofrece la posibilidad de reparar, vender o donar prendas usadas, siempre que sean de Zara, tanto online como en tienda física.

Desde la compañía señalan a ACTUALIDAD ECONÓMICA que la estrategia de expansión en el mercado de segunda mano pasa por llevar el Pre-Owned a «más mercados core» de Inditex en Europa, sin especificar cuáles, por el momento, aunque se da por descontado que España será uno de ellos. Con todo, añaden que la nueva plataforma constituye «una pata más de un proyecto para alargar la vida del producto», y en ningún caso se ha planteado para competir con los operadores del e-commerce.

VINTED, EN CABEZA

Micolet, Etsy, Wallapop o el propio Milanuncios son algunas de las aplicaciones de compraventa de ropa usada más populares. A la cabeza, Vinted, la compañía lituana que nació de la necesidad de una mujer de deshacerse del exceso de ropa que tenía en el armario y que ha alcanzado una valoración de hasta 3.500 millones de euros tras consolidarse como la mayor aplicación de compra y venta de ropa reutilizada a nivel europeo.

Pero en el competitivo mercado del second hand hay espacio para múltiples actores, como Zalando, que también cuenta con un apartado específico en su aplicación. La compañía alemana certifica el fuerte crecimiento en este segmento del negocio en el que hace de intermediaria entre particulares, garantizando los estándares de calidad durante todo el proceso de compraventa.

Y también hay hueco para las empresas del textil tradicional, que vienen experimentando desde hace años con alternativas circulares al modelo de consumo acelerado y contaminante. Antes que Zara, H&M desarrolló su propia plataforma (Sellpy), que ya funciona en una veintena de países, entre ellos España. Springfield, del grupo Tendam, tiene en marcha un proyecto piloto para vender su ropa usada en Percentil, plataforma que también trabaja con C&A.

La tendencia, acelerada por una crisis de inflación que ha empujado a los consumidores del textil al refugio de la segunda mano, ha venido para quedarse. Desde Humana, Rafael Mas insiste en que «no se trata de una moda pasajera sino que la reutilización y la segunda mano, como paradigmas de la sostenibilidad y de la economía circular, se mantendrán en el tiempo».

Fuente: El Mundo

AGECU - Asociación Española para la Gerencia de Centros Urbanos