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La transformación de bajos comerciales en pisos turísticos se extiende a toda València

Hornos, garajes y hasta talleres de reparación de coches son ahora apartamentos de bajo coste para los turistas

El fenómeno se ha extendido por Ciutat Vella, Honduras, Ayora, Isla Perdida, Zaidia, el Cabanyal-Canyamelar y Marxalenes

Hornos, oficinas, garajes y hasta talleres de reparación de coches son ahora apartamentos turísticos de bajo coste para acoger a los miles de turistas, que recibe cada día València. Se trata del nuevo «boom» inmobiliario que está experimentando la ciudad. El fenómeno se inició hace 5 años, antes incluso de la pandemia, en barrios turísticos como el Cabanyal, Canyamelar, Ciutat Vella o el entorno de la Ciutat de les Ciències; y ahora se ha extendido a las zonas de ocio nocturno como Honduras y Blasco Ibáñez, además de a barrios tradicionales como Ayora, Isla Perdida, Zaidia o Marxalenes.

Residentes en el barrio del Cabanyal-Canyamelar lamentan que esta tendencia en expansión ha tensionado los precios de los alquileres y las ventas al alza. Se trata de la transformación de bajos comerciales y de antiguos negocios tradicionales como oficinas, hornos o comercios situados a pie de calle en pisos turísticos de alquiler. Por ejemplo, relatan fuentes vecinales, dos oficinas de Arquitecto Alfaro se han convertido en apartamentos. Otros dos locales comerciales se vendieron para ser convertidos en apartamentos como ya ocurrió antes con un antiguo horno que ha devenido en sendos pisos para turistas. En Marxalenes, un taller de reparación de automóviles, albergará nuevos pisos turísticos, lo mismo que en Ayora donde un local que sirvió a una ONG para repartir alimentos ahora acoge viviendas para arrendar.

Plantas bajas convertidas en alojamientos para turistas en la calle Ernesto Anastasio.

Plantas bajas convertidas en alojamientos para turistas en la calle Ernesto Anastasio. GERMAN CABALLERO

Entre el Grau y Canyamelar, en calles como Canalejas, Juan Verdeguer y Lirio encontramos ahora modernos inmuebles de planta baja que arriendan los turistas que quieren disfrutar de la oferta de ocio de la playa y la Marina de València además de la Ciutat de les Arts. Lo mismo ocurre en Ernesto Anastasio y Francisco Cubells con San José de la Vega. En la Malva-rosa, en calles como Ingeniero Fausto Elío, o Vicente Brull, en el Cabayal, hallamos más inmuebles transformados para usos turísticos.

En la zona de Honduras, también proliferan este tipo de viviendas. La asociación de vecinos de esta zona ha criticado «la turistificación y la gentrificación» que generan estos alojamientos. En un comunicado denunciaban «el turismo de borrachera» y «el turismo low cost» que puede acarrear esta oferta inmobiliaria. La propia Federación de Vecinos también ha lanzado críticas foribundas a la proliferación de apartamentos en la capital valenciana.

Fuente: Levante EMV

AGECU - Asociación Española para la Gerencia de Centros Urbanos